Un adolescente indio, Piscine Molitor Patel (llamado Pi), que se
especializa en zoología y practica a la vez el
cristianismo, el hinduismo y el islamismo, se muda con su familia a
Canadá en el barco en que se traslada el zoológico que tenían en la
India y que han vendido a unos canadienses. El barco naufraga y él se
pone a salvo en un bote salvavidas unido a una balsa, en los que se
reune con una cebra, un orangután, una hiena y un inmenso tigre de
bengala llamado Richard Parker.
La hiena devora a la cebra poco a poco, incluso mientras aún sigue viva,
y hace lo mismo poco después con el orangután. Entonces el tigre, después de ponerse bien de su mareo, mata a la hiena. Pi se plantea cómo
deshacerse del tigre y encuentra todos sus planes imposibles. No puede
echarle al agua porque sabe que los tigres nadan. Tampoco puede tratar
de reducirle por hambre y sed, porque sabe que beben agua salada y puede
sacar suficientes fuerzas como para lanzarse a por él. Decide entonces
que su única solución es cuidarle, pescar para alimentarle, utilizar un
silbato como símbolo de mando y marcar su territorio, como hace el
animal, con orina y vómitos. Pi se alimenta de lo que venía en el bote salvavidas y con lo que va pescando, que comparte con el tigre. Según pasan
los días, el animal, aún sin dejar de ser un tormento, se convierte en compañero imprescindible de ese intento de
supervivencia. Los días y las semanas pasan, las raciones se agotan y
la extraña convivencia se prolonga, aunque con ambos, hombre y animal.
El bote se acerca a un petrolero, que casi le arrolla aunque ninguno de
sus tripulantes le ve pese a los gritos de Pi. La aventura continua y se
complica. Más tarde, el bote llega a una isla y hombre y animal se
alimentan de roedores que viven en ella. Sin embargo, las algas resultan carnívoras y tienen que volver al bote. Finalmente, después
de más de doscientos días de aventuras, el bote llega a las costas de
México y en cuanto pisan la playa, el tigre sale corriendo y se adentra
en la selva.
De nuevo en la civilización, los propietarios del barco naufragado
mandan a unos expertos para que Pi les cuente su historia, pero les
resulta tan rata que prefieren creer su invento de que compartió
el bote con otras personas, como el cocinero del barco, quien habría asesinado a un marinero sólo para usar su pierna como cebo y Pi tuvo que
matarle para que no le matara a él.
ok
ResponderEliminarMuy interesante la verdad
ResponderEliminar